Restaurante Solomillo, mucho más que carne
- Virginia Antonín
- 28 sept 2018
- 3 Min. de lectura
Obviamente, este no es un post sobre la dieta vegetariana.
Estábamos paseando por Paseo de Gracia cuando ambos coincidimos en que teníamos hambre y recordé Passeig de Gourmets (¿sería porque estábamos en el epicentro de ese festival que organicé en marzo? Es posible). Total, que con todo, cogí a mi señor padre (alias @Rafuel55) y me lo llevé a Solomillo. Perdón, Restaurante Solomillo.
Él no había estado nunca y yo sé que un Steak Tartar bien hecho le pierde. Por eso no lo dude y le dije: "hoy cenamos aquí". Y así fue. Accedimos por las escaleras a la planta superior y nos sentamos en una mesa para dos. Su carta es espectacular, no solo a nivel de platos, también de diseño y de manera de entender lo que ocurre en este coqueto restaurante dentro situado dentro del Hotel Alexandra pero con puerta de acceso independiente, y asesorado por el chef Enrique Valentí, al que admiro infinitamente.

Tienen 5 tipos de razas de vaca: Salers (suave), Charolesa (media), Frisian (más sabrosa), Rubia Gallega (intensa) y Buey (más intensa). La primera, la Salers, es una vaca de origen francés que se alimenta de la leche que maman sus madres y de los pastos de la montaña. La Charolesa es una antigua raza de uso lechero y de crianza, tiene muy buena conformación cárnica y es apreciada por su bajo contenido en grasa. La Frisian, una raza originaria del centro de Europa que no llegó a España hasta 1965, es lechera en la primera etapa de su vida y engordada en la segunda para mejorar su sabor. La Rubia Gallega, raza ancestral de mi querida Galicia; animales de campo, alimentados de leche materna, forraje y comida caliente como patatas y grelos. Y, por último, el Buey, castrado de pequeño para evitar el defecto de la testosterona en su carne; madurada e intensa, es la carne favorita de los más carnívoros.
Con este despliegue de calidad, pasamos a elegir el tipo de corte y peso. Porque sí, en Solomillo la carne va al peso para que puedas pegarte un buen festín. Y después, puedes elegir las salsas, ensaladas y verduras que lo acompañen. Solo voy a decir una cosa: SU PURÉ DE PATATAS ES EL MEJOR DE BARCELONA. Y perdonad que lo ponga en mayúsculas, pero si pudiera lo pondría hasta con subrayador. Cremoso como ninguno, con un sabor a patata perfecto para acompañar sus carnes. Preguntamos su receta y qué nos dice Manel, su jefe de sala: "Es la receta de Joël Rebouchon". Y nosotros nos miramos, sonreímos y seguimos encandilados, deseando que nunca se acabe este manjar.

Seguimos. Esta vez sirven una bandeja a nuestro lado, con salsas varias, muchos boles con salsas. Habíamos pedido Steak Tartar, ¿pero qué era todo eso? Sí, amigos. Sí. Sí. Y sí. En Barcelona todavía queda un restaurante donde te hacen el Steak Tartar delante, viendo el proceso, saboreando cada mezcla y soñando con ese momento en el que te preguntan: "¿Y cómo te gusta: suave, alegre o picante?". Y yo digo: "alegre"; porque me encanta esa manera curiosa de decir picante pero sin pasarse, sin que la lengua tenga que arrancármela con cada bocado.
Sigo en el cielo cántico y todavía queda el postre. Manel nos recomienda su taita de pera con helado de vainilla; y sin duda, en ese momento sé que he acertado con la elección de restaurante para Rafuel. Una velada perfecta, con carne de la buena, con un servicio atento y amable. Nos sentimos como en casa.
Precio medio: 35 € /pp
Dirección: Mallorca, 251, Barcelona
Teléfono: 93 467 77 55
Instagram: @restaurantesolomillo
Web: http://restaurantesolomillo.com
Si quieres ver cómo se hace el Steak Tartar:
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